Apenas una docena de días después alcanzo a reaccionar ante la muerte de Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, una figura inolvidable para los aficionados al fútbol, al menos para los nacidos antes de 1970. También protagonista de uno de los episodios más dolorosos de mi vida como hincha: la eliminación de Brasil ante Italia, una tarde en la que Paolo Rossi fue Nerón, Hitler, Pablo Escobar.
Aunque confieso que mi favorito de aquel cuarteto mágico que completaban Zico y Toninho Cerezo era Paulo Roberto Falcao, Sócrates era suficientemente bueno y a la vez extraño como para suscitar las reacciones que se presentaron ante su muerte. Hasta The New York Times le dedicó un obituario.
Es muy extraño que en una época exitista un derrotado alcance tanta notoriedad. Y es que Sócrates ha pasado a engrosar la lista divina de gloriosos sin copas mundiales, junto a Moreno, Ademir, Puskas, Di Stéfano, Cruyff, Bochini, Platini; un elenco que espera a Lionel Messi.
No necesita Sócrates su cartón de médico, ni su doctorado en filosofía, ni su militancia democrática contra una dictadura (mientras Maradona callaba ante la suya), para pasar a la historia. Bastan los regalos que nos dio en esa selección sublime y en el Corinthians, antes de la televisión global.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
lunes, 28 de noviembre de 2011
Pinochenko
En todas las mañanas de los días laborales mi taxista me somete a terapia con Julio Sánchez Cristo. O mejor, a que Julio me enferme y Casas me cure. En la mañana del lunes 28 de octubre Julio le preguntó al sobreviviente sargento Luis Alberto Erazo qué mensaje le daría a las Farc.
Al sargento Erazo se le nota en la voz su biografía un hombre sencillo y recio, sin ínfulas de heroísmo, sin una sola nota épica en su relato de la atroz situación en que lo colocaron las Farc. Pocas palabras, casi carentes de adjetivos, rústicas como las de un hombre de campo y las de un soldado de frente.
No piensa un minuto para darle su mensaje a las Farc y en sus pocas palabras no utiliza un solo epíteto, un “descalificativo”, que cabría perfectamente. Sin embargo, en un lapsus de su pronunciación se dirige al “señor Pinochenko”. Esta mezcla casual entre el militar estalinista Semión Timoshenko y el dictador chileno Augusto Pinochet no necesita teorías, ni psicoanálisis. ¡Quién lo creyera!, dictadura latinoamericana y totalitarismo europeo mezclados en las selvas colombianas.
Al sargento Erazo se le nota en la voz su biografía un hombre sencillo y recio, sin ínfulas de heroísmo, sin una sola nota épica en su relato de la atroz situación en que lo colocaron las Farc. Pocas palabras, casi carentes de adjetivos, rústicas como las de un hombre de campo y las de un soldado de frente.
No piensa un minuto para darle su mensaje a las Farc y en sus pocas palabras no utiliza un solo epíteto, un “descalificativo”, que cabría perfectamente. Sin embargo, en un lapsus de su pronunciación se dirige al “señor Pinochenko”. Esta mezcla casual entre el militar estalinista Semión Timoshenko y el dictador chileno Augusto Pinochet no necesita teorías, ni psicoanálisis. ¡Quién lo creyera!, dictadura latinoamericana y totalitarismo europeo mezclados en las selvas colombianas.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Las encuestas en Medellín
Como en tantas otras cosas en las que Medellín desafía los modelos mentales, las empresas encuestadoras se han encontrado con grandes escollos a la hora de medir la intención de voto en la capital antioqueña. Hace cuatro años no atinaron una. Ninguna vaticinó el triunfo de Salazar. La excusa fue que no podían publicar resultados en la semana previa, pero que sí sabían por dónde iba la voluntad ciudadana.
Este año les fue mejor, pero ninguna interpretó completamente los tres hechos relevantes de la jornada electoral: triunfo de Aníbal Gaviria, ventaja sobre Luis Pérez y alta votación de Federico Gutiérrez. Gallup acertó en las dos primeras en una medición hecha diez días antes del 30 de octubre (le fue bien). Datexco acertó en la primera y en la tercera, aunque se peló sobreestimando la posición de Gutiérrez (lo vio segundo y quedó tercero). Ipsos, se acercó a los porcentajes de los dos primeros, pero su última encuesta –revelada la noche anterior a las elecciones– daba como alcalde a Luis Pérez por 4 puntos (el margen de error cubría el espectro, pero no dieron el ganador).
¿Qué pasa? ¿Representa la realidad de la Bella Villa una fricción insuperable? ¿Hay problemas en el diseño de los instrumentos? ¿El problema está en el análisis? ¿No será que las encuestadoras necesitan politólogos y otros cientistas sociales para refinar estas labores?
Este año les fue mejor, pero ninguna interpretó completamente los tres hechos relevantes de la jornada electoral: triunfo de Aníbal Gaviria, ventaja sobre Luis Pérez y alta votación de Federico Gutiérrez. Gallup acertó en las dos primeras en una medición hecha diez días antes del 30 de octubre (le fue bien). Datexco acertó en la primera y en la tercera, aunque se peló sobreestimando la posición de Gutiérrez (lo vio segundo y quedó tercero). Ipsos, se acercó a los porcentajes de los dos primeros, pero su última encuesta –revelada la noche anterior a las elecciones– daba como alcalde a Luis Pérez por 4 puntos (el margen de error cubría el espectro, pero no dieron el ganador).
¿Qué pasa? ¿Representa la realidad de la Bella Villa una fricción insuperable? ¿Hay problemas en el diseño de los instrumentos? ¿El problema está en el análisis? ¿No será que las encuestadoras necesitan politólogos y otros cientistas sociales para refinar estas labores?
lunes, 10 de octubre de 2011
El reto de la informalidad en Antioquia
La Universidad EAFIT, la Casa Editorial El Tiempo y Proantioquia realizaron el foro "Antioquia, grandes iniciativas: hacia una nueva geografía cultural, social y económica" el pasado 5 de octubre. El propósito era revisar los dos proyectos más grandes que la región tiene en ciernes (Autopistas de la Montaña e Hidroituango) a la luz de las proyecciones institucionales que sobre el desarrollo departamental se han hecho en los últimos 20 años.
En la sección estrictamente académica del foro el profesor Saúl Pineda Hoyos del
Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas de la Universidad del Rosario presentó una interpretación de las potencialidades de las Autopistas de la Montaña en clave de equidad y desarrollo, tanto regional como nacional.
Desde los proyectos de investiagción que coordino en la Universidad EAFIT, presenté una parte de lo que podríamos llamar "la otra Antioquia", tratando de mostrar los anudamientos entre la tenencia informal de la tierra y otras economías informales y criminales en la región.
Para ver esta exposición, ir a: http://envivo.eafit.edu.co/EnvivoEafit/?p=9655
En la sección estrictamente académica del foro el profesor Saúl Pineda Hoyos del
Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas de la Universidad del Rosario presentó una interpretación de las potencialidades de las Autopistas de la Montaña en clave de equidad y desarrollo, tanto regional como nacional.
Desde los proyectos de investiagción que coordino en la Universidad EAFIT, presenté una parte de lo que podríamos llamar "la otra Antioquia", tratando de mostrar los anudamientos entre la tenencia informal de la tierra y otras economías informales y criminales en la región.
Para ver esta exposición, ir a: http://envivo.eafit.edu.co/EnvivoEafit/?p=9655
lunes, 1 de agosto de 2011
¿Prudencia o mediocridad?
Toda la gente “seria” que está en el fútbol, o sea los que comen gracias al fútbol, se tiene prohibido soñar. Los técnicos viven preparándose para un futuro que nunca llega, los directivos se niegan a establecer metas, los periodistas viven haciendo llamados a la calma. Los futbolistas, ya acostumbrados a ganar de todo en Europa y el Cono Sur, llegan aquí intimidados a repetir frases de cajón.
Esto no pasa en el patinaje, el boxeo, el atletismo o el ciclismo, por decir cualquier cosa. Autoridades, deportistas y periodistas se ponen metas: ganaremos tantas medallas, seré campeón, mejoraremos nuestras marcas, pelearemos la montaña… en estos deportes se parecen a los empresarios y a los economistas. En el fútbol hay un veto implícito a colocar objetivos, más parecido al que existe en la política que se va en frases generales y poses sin compromiso con números evaluables.
¿Cuál es la meta colombiana en el Mundial Sub-20? Ninguna que yo sepa. Bolillo, en “Semana”, nos puso una antimeta: no ser campeones. ¿Qué es un buen resultado? ¿Llegar a cuartos? Terminada la primera fecha nadie ha puesto más en la cancha que Colombia, ¿llegar a la semifinal? Si Juan Villoro tiene razón, la palabra hincha viene de “hinchar”. El hincha tiene derecho a hincharse y a ver a su equipo hinchado. ¡Dejen que nos ilusionemos!
Esto no pasa en el patinaje, el boxeo, el atletismo o el ciclismo, por decir cualquier cosa. Autoridades, deportistas y periodistas se ponen metas: ganaremos tantas medallas, seré campeón, mejoraremos nuestras marcas, pelearemos la montaña… en estos deportes se parecen a los empresarios y a los economistas. En el fútbol hay un veto implícito a colocar objetivos, más parecido al que existe en la política que se va en frases generales y poses sin compromiso con números evaluables.
¿Cuál es la meta colombiana en el Mundial Sub-20? Ninguna que yo sepa. Bolillo, en “Semana”, nos puso una antimeta: no ser campeones. ¿Qué es un buen resultado? ¿Llegar a cuartos? Terminada la primera fecha nadie ha puesto más en la cancha que Colombia, ¿llegar a la semifinal? Si Juan Villoro tiene razón, la palabra hincha viene de “hinchar”. El hincha tiene derecho a hincharse y a ver a su equipo hinchado. ¡Dejen que nos ilusionemos!
miércoles, 27 de julio de 2011
Lo peor del Mundial Sub-20
Antes de que empiece, uno ya puede decir con certeza que será lo peor del Campeonato Mundial de Fútbol Sub-20 en Colombia. No soy catastrofista. No habrá un noruego empezando otra guerra santa, no se fundará un Tea Party criollo en este mes, ni Zapatero va a venir a asesorar a Santos.
Lo peor será que no veremos por televisión la mitad de los partidos, porque la cadena que los trasmitirá tiene la exclusividad, que es más bien la capacidad de ser excluyentes. La otra mitad de los encuentros los veremos con publicidad cubriendo un 20% de la pantalla y en ocasiones hasta el 70%, cosa que no se permite ni en los países más neoliberales del mundo.
Por si fuera poco, en esa mitad de los partidos tendremos un narrador que pone a jugar equipos que no son y cuyos orgasmos empiezan en la mitad de la cancha y un comentarista que le enseña a jugar a Messi, a pitar a Oscar Julián y a dirigir al maestro Tabárez. Hace quince años decía Alexis García –en un foro que organicé– que no entendía a la gente que necesitaba que le contaran (por radio y televisión) lo que estaban viendo. Ahora, es peor: cuentan una cosa distinta a la que pasa en la cancha.
Todo este desastre corre por cuenta del Gol Caracol. Lo demás, puede ser muy bueno.
Lo peor será que no veremos por televisión la mitad de los partidos, porque la cadena que los trasmitirá tiene la exclusividad, que es más bien la capacidad de ser excluyentes. La otra mitad de los encuentros los veremos con publicidad cubriendo un 20% de la pantalla y en ocasiones hasta el 70%, cosa que no se permite ni en los países más neoliberales del mundo.
Por si fuera poco, en esa mitad de los partidos tendremos un narrador que pone a jugar equipos que no son y cuyos orgasmos empiezan en la mitad de la cancha y un comentarista que le enseña a jugar a Messi, a pitar a Oscar Julián y a dirigir al maestro Tabárez. Hace quince años decía Alexis García –en un foro que organicé– que no entendía a la gente que necesitaba que le contaran (por radio y televisión) lo que estaban viendo. Ahora, es peor: cuentan una cosa distinta a la que pasa en la cancha.
Todo este desastre corre por cuenta del Gol Caracol. Lo demás, puede ser muy bueno.
domingo, 17 de julio de 2011
Casi argentinos
Mi amigo el filósofo Alberto Buela, le decía a su esposa –medio en sorna, medio lisonjero– “son casi argentinos”. Se refería a nosotros, sus visitantes colombianos, confiados y altivos. Ilustra bien el cariño que nos tienen en el sur, sus afinidades (sobre todo con los paisas) y los defectos de ambos.
Se vieron todas en la Copa América. Colombia se llenó de euforia por haber ganado el peor grupo del torneo (único sin mejor tercero, ni semifinalista), mientras Argentina celebró por lo alto su triunfo sobre la sub-22, semi-aficionada selección de Costa Rica. Después llegó la gente seria y nos despachó rapidito para la casa.
Colombia y Argentina se parecen, mucha estrella, altos sueldos, poco equipo y directores técnicos despistados jugando con cinco delanteros, sin medio, uno confiado en la “mejor defensa” (de América) y el otro en la “mejor delantera” (del mundo). Cuando se enfrentan a maestros de la táctica como Markarián y Tabárez, Batista y el Bolillo quedan “casi boludos”.
Se vieron todas en la Copa América. Colombia se llenó de euforia por haber ganado el peor grupo del torneo (único sin mejor tercero, ni semifinalista), mientras Argentina celebró por lo alto su triunfo sobre la sub-22, semi-aficionada selección de Costa Rica. Después llegó la gente seria y nos despachó rapidito para la casa.
Colombia y Argentina se parecen, mucha estrella, altos sueldos, poco equipo y directores técnicos despistados jugando con cinco delanteros, sin medio, uno confiado en la “mejor defensa” (de América) y el otro en la “mejor delantera” (del mundo). Cuando se enfrentan a maestros de la táctica como Markarián y Tabárez, Batista y el Bolillo quedan “casi boludos”.
lunes, 27 de junio de 2011
Cortes: ¿vallas o policías?
En su reciente artículo sobre los debates constitucionales en Estados Unidos (Time, 04.07.11), Richard Stengel usa las imágenes de “guide rails” y “cops” para ilustrar uno de los puntos de controversia en torno a la función constitucional, expresamente referida al texto constitucional o a la guarda de la constitución por extensión. Llamémoslos “vallas” –para el caso podrían ser las señales de tránsito, incluso– y “guardas” o “policías”.
Con ellas se pretende señalar las diferencias entre quienes esperan de la constitución –o del tribunal constitucional– respuestas específicas u orientaciones sustantivas ante cada contingencia de la vida social y quienes se inclinan por funcionalidades más generales, indicativas, que dejan un amplio margen para la acción del ejecutivo y la vivacidad de la vida democrática.
Stengel, en el pasado director del National Constitution Center y ahora editor de Time, se pronuncia a favor de la segunda opción. La función constitucional no debe inmiscuirse en la cotidianidad de la actividad política y administrativa. Su papel es más parecido a los carriles que señalan las autopistas, a los separadores y vallas de seguridad, que a los policías de tránsito, que a veces con criterio y otras más arbitrariamente, dan paso, detienen o cambian la orientación.
Con ellas se pretende señalar las diferencias entre quienes esperan de la constitución –o del tribunal constitucional– respuestas específicas u orientaciones sustantivas ante cada contingencia de la vida social y quienes se inclinan por funcionalidades más generales, indicativas, que dejan un amplio margen para la acción del ejecutivo y la vivacidad de la vida democrática.
Stengel, en el pasado director del National Constitution Center y ahora editor de Time, se pronuncia a favor de la segunda opción. La función constitucional no debe inmiscuirse en la cotidianidad de la actividad política y administrativa. Su papel es más parecido a los carriles que señalan las autopistas, a los separadores y vallas de seguridad, que a los policías de tránsito, que a veces con criterio y otras más arbitrariamente, dan paso, detienen o cambian la orientación.
domingo, 19 de junio de 2011
Big Man
En la época heroica del rock solíamos enterrar jóvenes a nuestros ídolos. Después de 1971, la tragedia perdió atractivo para las masas y los artistas se cuidaron de la atracción del vacío. La muerte de Kurt Cobain veintitrés años después de Hendrix, Joplin y Morrison resultó insólita y le añadió poco a su leyenda musical.
Ha llegado el tiempo de lutos tranquilos y profundos por los veteranos, activos o retirados, vigentes o archivados, que han colaborado inconcientemente en la banda sonora de nuestras vidas.
El triste sábado 18 de junio, a las colombianas 8 de la noche, murió en La Florida Clarence Clemons, el Big Man de una de las bandas de respaldo más sólidas de la historia del rock: la E Street Band. Bruce Springsteen la jubiló en la extensa gira de Working on a Dream y en el directo sin público del tracklist completo de Darkness on the Edge of Town.
The New York Times abrió su obituario señalándolo como “uno de los acompañantes más queridos del rock” y lo cierra con la expresión de Big Man sobre el mítico momento de su encuentro con Bruce en 1971: “Me miró, le miré, nos enamoramos. Y así sigue siendo”.
Ha llegado el tiempo de lutos tranquilos y profundos por los veteranos, activos o retirados, vigentes o archivados, que han colaborado inconcientemente en la banda sonora de nuestras vidas.
El triste sábado 18 de junio, a las colombianas 8 de la noche, murió en La Florida Clarence Clemons, el Big Man de una de las bandas de respaldo más sólidas de la historia del rock: la E Street Band. Bruce Springsteen la jubiló en la extensa gira de Working on a Dream y en el directo sin público del tracklist completo de Darkness on the Edge of Town.
The New York Times abrió su obituario señalándolo como “uno de los acompañantes más queridos del rock” y lo cierra con la expresión de Big Man sobre el mítico momento de su encuentro con Bruce en 1971: “Me miró, le miré, nos enamoramos. Y así sigue siendo”.
domingo, 12 de junio de 2011
La hybris judicial
La hybris de la justicia en Colombia es evidente. Las altas cortes han desbordado su labor de control negativo y de garantía de la observancia de la ley, avasallando a los demás poderes públicos, primero, y a todos los ciudadanos miembros de la comunidad política, después. Haciéndolo, se están llevando por delante el mandato constitucional (Art. 113) que establece la armonía de los poderes y que deja claro que los jueces tienen una función específica, pero que el Estado tiene unos fines únicos.
Es difícil ubicar el origen de esta hybris. A lo mejor los magistrados se han comido el cuento de que esta es la época del gobierno de los jueces. Digo cuento, porque tal cosa no sucede en la teoría –ni siquiera es una idea dominante en el paradigma del idealismo jurídico– ni en la práctica –si hay algún caso de gobierno judicial tal vez sea Irán, donde los ayatolas fungen como salvaguardas de El Corán por encima del resto del sistema institucional.
Una de las manifestaciones de tal hybris es la creencia de que los jueces son intocables. Intocables para cualquier otra institución estatal, claro está. Porque son muy “tocables” para otros poderes, el de la corrupción, por ejemplo. En el último año el presidente de una corte le dio serenata a un mafioso, otro presidente consiguió apartamento en Dubai regalado por los Nule, un alto magistrado más aparece en las listas de pagos del mismo grupo con un cheque por cien millones. Mientras tanto algunos jueces de a pie fallan contra el Estado en muchas zonas del país, donde la fuerza de las mafias y de las Farc los mantiene en vilo.
La rama judicial requiere una reforma urgente para protegerla más, para que se ajuste al mandato constitucional, para que no sirva de último recurso a la criminalidad.
Es difícil ubicar el origen de esta hybris. A lo mejor los magistrados se han comido el cuento de que esta es la época del gobierno de los jueces. Digo cuento, porque tal cosa no sucede en la teoría –ni siquiera es una idea dominante en el paradigma del idealismo jurídico– ni en la práctica –si hay algún caso de gobierno judicial tal vez sea Irán, donde los ayatolas fungen como salvaguardas de El Corán por encima del resto del sistema institucional.
Una de las manifestaciones de tal hybris es la creencia de que los jueces son intocables. Intocables para cualquier otra institución estatal, claro está. Porque son muy “tocables” para otros poderes, el de la corrupción, por ejemplo. En el último año el presidente de una corte le dio serenata a un mafioso, otro presidente consiguió apartamento en Dubai regalado por los Nule, un alto magistrado más aparece en las listas de pagos del mismo grupo con un cheque por cien millones. Mientras tanto algunos jueces de a pie fallan contra el Estado en muchas zonas del país, donde la fuerza de las mafias y de las Farc los mantiene en vilo.
La rama judicial requiere una reforma urgente para protegerla más, para que se ajuste al mandato constitucional, para que no sirva de último recurso a la criminalidad.
sábado, 4 de junio de 2011
Dos inconsistencias de Mockus
Cuando Antanas Mockus decidió meterse a la política estaba claro para todos que lo hacía como un monista, es decir, como alguien que cree que los caminos entre la moral y la política están despejados. Los monistas son una rareza en el mundo político; los únicos políticos que se comportan como monistas son los estadounidenses y la teocracia iraní. En el resto del mundo lo que hay son básicamente algunos dualistas y muchos cínicos.
Ahora. Los monistas pueden ser de dos clases. Los moderados que entienden las excepciones y aceptan que en política la contingencia suele ser la cara de la normalidad. Los radicales que creen a pie juntillas en la política de principios y tratan de acomodar el mundo a su horma. Los moderados suelen responder las preguntas políticas con un “depende”, mientras los radicales consultan su decálogo con la certeza de encontrar allí una respuesta. Los moderados están bien preparados para la política y suelen ser exitosos en ella. Los radicales suelen perfilarse como “antipolíticos” y normalmente les va mal.
Quince años después del ingreso de Mockus a la política, y casi diez de yo apoyarlo, voy arribando a la conclusión de que Mockus es un monista radical y que es muy difícil hacer un proyecto político exitoso bajo su jefatura. Un monista radical puede funcionar bien en muchas esferas pero en política no sólo resulta disfuncional, sino que puede ser peligroso. Esa es la primera inconsistencia de Mockus.
La segunda es anecdótica: hace un año cuando ÉL era candidato, Uribe no era malo y Petro no era bueno; hoy, cuando el candidato es OTRO, el Partido de la U es horrible, y Petro no es tan malo. Pareciera que Mockus sólo dice “depende” cuando se trata de él y no de la circunstancia. Aquí se pierde el filósofo y aparece el rey.
Ahora. Los monistas pueden ser de dos clases. Los moderados que entienden las excepciones y aceptan que en política la contingencia suele ser la cara de la normalidad. Los radicales que creen a pie juntillas en la política de principios y tratan de acomodar el mundo a su horma. Los moderados suelen responder las preguntas políticas con un “depende”, mientras los radicales consultan su decálogo con la certeza de encontrar allí una respuesta. Los moderados están bien preparados para la política y suelen ser exitosos en ella. Los radicales suelen perfilarse como “antipolíticos” y normalmente les va mal.
Quince años después del ingreso de Mockus a la política, y casi diez de yo apoyarlo, voy arribando a la conclusión de que Mockus es un monista radical y que es muy difícil hacer un proyecto político exitoso bajo su jefatura. Un monista radical puede funcionar bien en muchas esferas pero en política no sólo resulta disfuncional, sino que puede ser peligroso. Esa es la primera inconsistencia de Mockus.
La segunda es anecdótica: hace un año cuando ÉL era candidato, Uribe no era malo y Petro no era bueno; hoy, cuando el candidato es OTRO, el Partido de la U es horrible, y Petro no es tan malo. Pareciera que Mockus sólo dice “depende” cuando se trata de él y no de la circunstancia. Aquí se pierde el filósofo y aparece el rey.
domingo, 29 de mayo de 2011
La zarza socialista
El único mensaje claro del socialismo español en los últimos años lo produjo esta semana. Como respuesta a la masiva protesta civil expresando “indignación” y reclamando la renovación del sistema político, el alcalde socialista de Barcelona levantó a palos a los manifestantes de Plaza Catalunya, mientras en Madrid el presidente del gobierno español se encerró con sus “barones” a escoger candidato sucesor.
Cuando el PSOE eligió como líder a José Luis Rodríguez Zapatero uno suponía dotes partidarias y sensibilidad ideológica. Simplemente por descarte. Era evidente la carencia de habilidades de estadista en Zapatero. Lucía como un hombre inepto para gobernar un país normal y encima se le vino encima la peor crisis económica y social en medio siglo, la que primero negó y después no supo manejar, hasta recibir la famosa llamada de Obama que hizo sentir a sus compatriotas como unos súbditos más del imperio.
Las democracias europeas sufren de esclerosis, los gobiernos son intocables para la gente, los partidos se han cerrado como “nomenklatura” y los ciudadanos carecen de medios para seleccionar a sus líderes. Los sistemas políticos se han convertido en jaulas cerradas y los dirigentes de los partidos tradicionales han perdido las llaves. Es probable que el apagado faro europeo termine siguiendo la estela de la política latinoamericana, su mejor escenario. La otra opción es la magrebí.
Cuando el PSOE eligió como líder a José Luis Rodríguez Zapatero uno suponía dotes partidarias y sensibilidad ideológica. Simplemente por descarte. Era evidente la carencia de habilidades de estadista en Zapatero. Lucía como un hombre inepto para gobernar un país normal y encima se le vino encima la peor crisis económica y social en medio siglo, la que primero negó y después no supo manejar, hasta recibir la famosa llamada de Obama que hizo sentir a sus compatriotas como unos súbditos más del imperio.
Las democracias europeas sufren de esclerosis, los gobiernos son intocables para la gente, los partidos se han cerrado como “nomenklatura” y los ciudadanos carecen de medios para seleccionar a sus líderes. Los sistemas políticos se han convertido en jaulas cerradas y los dirigentes de los partidos tradicionales han perdido las llaves. Es probable que el apagado faro europeo termine siguiendo la estela de la política latinoamericana, su mejor escenario. La otra opción es la magrebí.
domingo, 22 de mayo de 2011
En los 70 del señor Zimmerman
No es necesario ser un fan para dejarse arrastrar por la probabilidad de ver a Bob Dylan, aun con casi 700 kilómetros de por medio. Ocurrió el 23 de marzo de 1995 en el Vorst Nationaal de Bruselas. Gran fatiga para hora y media de concierto con Dylan siempre mirando el suelo y apenas moviendo su blanco sombrero de ala ancha, para terminar con la única palabra que le dirigió al público: “good night”.
Ver a Bob Dylan representó para mí una obligación cultural y poca satisfacción. Después pasó lo que tenía que pasar, según supe después por el relato de Nick Hornby. Que a uno no le gusta demasiado, pero cuando menos piensa tiene gran parte de su discografía en los estantes de su sala. Y además aceptando que tal vez “Like a Rolling Stone” sea la mejor canción de todos los tiempos.
Se requieren tiempo, paciencia, voluntad para escrutar el enigma de la grandeza de Mr. Zimmerman. Tal vez porque Dylan habla a las mentes. Al menos esa es la interpretación que ofreció Bruce Springsteen en la inducción de Bob Dylan al Salón de la Fama en 1988. “Bob liberó la mente del modo como Elvis liberó el cuerpo”, dijo Bruce. Como sea, por el culto de la intelectualidad, por la manera en que le habló a la generación de 1960, por sus 54 elepés, por su capacidad de actualización… feliz cumpleaños señor Zimmerman.
Ver a Bob Dylan representó para mí una obligación cultural y poca satisfacción. Después pasó lo que tenía que pasar, según supe después por el relato de Nick Hornby. Que a uno no le gusta demasiado, pero cuando menos piensa tiene gran parte de su discografía en los estantes de su sala. Y además aceptando que tal vez “Like a Rolling Stone” sea la mejor canción de todos los tiempos.
Se requieren tiempo, paciencia, voluntad para escrutar el enigma de la grandeza de Mr. Zimmerman. Tal vez porque Dylan habla a las mentes. Al menos esa es la interpretación que ofreció Bruce Springsteen en la inducción de Bob Dylan al Salón de la Fama en 1988. “Bob liberó la mente del modo como Elvis liberó el cuerpo”, dijo Bruce. Como sea, por el culto de la intelectualidad, por la manera en que le habló a la generación de 1960, por sus 54 elepés, por su capacidad de actualización… feliz cumpleaños señor Zimmerman.
sábado, 14 de mayo de 2011
Conflicto armado: ronda de tonterías
Es, por lo menos, asombrosa la cantidad de tonterías que se han expuesto con ocasión de la inclusión de la palabra “conflicto armado” en el proyecto de Ley de Víctimas. Las más resonantes brotaron de los opinadores que confunden la aplicación de un término legal cuyo curso fundamental es el derecho internacional (conflicto armado) y la de términos sociológicos que pretenden caracterizar una realidad (guerra civil, violencia política, bandolerismo). Aplicar o no aplicar el término jurídico no tiene nada que ver con ignorar o no una realidad, tiene que ver con la voluntad de enmarcarla o no en el derecho internacional y de conectarse o no con la institucionalidad que lo administra.
Pero entre las afirmaciones más absurdas que se escucharon en el debate están las del Ministro de Defensa que dijo que tal reconocimiento le permitía a las Fuerzas Armadas usar el Derecho Internacional Humanitario (El Tiempo, 04.05.11) y las de Ministro del Interior que aseguró que bajo tal término la guerrilla tendría que cumplir con el DIH(El Tiempo, 13.05.11).
Falso. La fuerza pública está compelida a usar las normas del derecho internacional humanitario, incluso en los casos en los que se presentan casos de violencia colectiva que no reunen las características de la guerra. La guerrilla y los grupos armados privados no cumplirán nunca las normas del DIH –aquí y en la Conchinchina – porque ello sería renunciar a su naturaleza.
Nota bene: Desde 1999, cuando no había discusión en el país, he sostenido que en Colombia existe una guerra civil. La inclusión de una caracterización en la ley de víctimas es indispensable para distinguir -hacia atrás- las víctimas de la guerra de las de la violencia común.
Pero entre las afirmaciones más absurdas que se escucharon en el debate están las del Ministro de Defensa que dijo que tal reconocimiento le permitía a las Fuerzas Armadas usar el Derecho Internacional Humanitario (El Tiempo, 04.05.11) y las de Ministro del Interior que aseguró que bajo tal término la guerrilla tendría que cumplir con el DIH(El Tiempo, 13.05.11).
Falso. La fuerza pública está compelida a usar las normas del derecho internacional humanitario, incluso en los casos en los que se presentan casos de violencia colectiva que no reunen las características de la guerra. La guerrilla y los grupos armados privados no cumplirán nunca las normas del DIH –aquí y en la Conchinchina – porque ello sería renunciar a su naturaleza.
Nota bene: Desde 1999, cuando no había discusión en el país, he sostenido que en Colombia existe una guerra civil. La inclusión de una caracterización en la ley de víctimas es indispensable para distinguir -hacia atrás- las víctimas de la guerra de las de la violencia común.
sábado, 7 de mayo de 2011
Obama en las guerras indias
En el 2004 Robert Kaplan escribió en el Wall Street Journal un artículo titulado “Indian Country: Our Military has the most Thankless Task of any Military in the History of Warfare”. Kaplan (1952) sostuvo que –lo que algunos llamamos guerra posmoderna– tiene su precedente más parecido en las guerras contra los pueblos indios en el proceso de expansión de la nación estadounidense hacia el Oeste.
Kaplan volvió a ser el centro de una polémica cinco años después de haber publicado en Atlantic Monthly “The Coming Anarchy”. Aunque en su momento el argumento me pareció extraño, la lectura posterior de “Meridiano de sangre” de Cormac McCarthy –una impactante novela con respaldo investigativo sobre las guerras indias– me pareció un relato aplicable a las acciones del paramilitarismo colombiano de los años 1990 y posteriores.
Cuando las discusiones sobre “Indian Country” se habían apagado, la operación más exitosa de Estados Unidos contra Al Qaeda fue llamada “Operación Jerónimo” y Jerónimo era el nombre clave para identificar ese blanco humano llamado Osama Bin Laden. ¿Qué evocación operó en los mandos que bautizaron el operativo contra Bin Laden con el nombre del último jefe apache y uno de los principales protagonistas de las guerras indias?
Kaplan volvió a ser el centro de una polémica cinco años después de haber publicado en Atlantic Monthly “The Coming Anarchy”. Aunque en su momento el argumento me pareció extraño, la lectura posterior de “Meridiano de sangre” de Cormac McCarthy –una impactante novela con respaldo investigativo sobre las guerras indias– me pareció un relato aplicable a las acciones del paramilitarismo colombiano de los años 1990 y posteriores.
Cuando las discusiones sobre “Indian Country” se habían apagado, la operación más exitosa de Estados Unidos contra Al Qaeda fue llamada “Operación Jerónimo” y Jerónimo era el nombre clave para identificar ese blanco humano llamado Osama Bin Laden. ¿Qué evocación operó en los mandos que bautizaron el operativo contra Bin Laden con el nombre del último jefe apache y uno de los principales protagonistas de las guerras indias?
sábado, 30 de abril de 2011
Medellín: avances y retos en calidad de vida
Por encargo del Comité Técnico del proyecto Medellín cómo vamos, presenté unos comentarios al Informe sobre calidad de vida 2010. Este informe recoge los indicadores objetivos disponibles en 8 áreas directamente relacionadas con la situación social de los habitantes de Medellín y, a veces del Área Metropolitana, más los que tiene que ver con el tema de las finanzas públicas de la ciudad.
Los comentarios comienzan con una corta reflexión sobre la brecha entre cambio social y percepción, sugerida por Albert Hirschman, que en Colombia y Medellín está atravesada por las diferencias políticas. Después, la primera parte trata de señalar en qué aspectos Medellín está en los estándares internacionales, en cuáles está en el promedio colombiano y en cuáles por debajo de ese promedio. Finalmente, se sugieren algunos obstáculos estructurales que –a mi manera de ver– empiezan a restarle eficacia a la acción del Estado local y amenazan el avance de la ciudad.
La presentación completa puede verse y escucharse en:
http://envivo.eafit.edu.co/EnvivoEafit/?p=3302
Los comentarios comienzan con una corta reflexión sobre la brecha entre cambio social y percepción, sugerida por Albert Hirschman, que en Colombia y Medellín está atravesada por las diferencias políticas. Después, la primera parte trata de señalar en qué aspectos Medellín está en los estándares internacionales, en cuáles está en el promedio colombiano y en cuáles por debajo de ese promedio. Finalmente, se sugieren algunos obstáculos estructurales que –a mi manera de ver– empiezan a restarle eficacia a la acción del Estado local y amenazan el avance de la ciudad.
La presentación completa puede verse y escucharse en:
http://envivo.eafit.edu.co/EnvivoEafit/?p=3302
viernes, 22 de abril de 2011
Dworkin, el erizo
Acaba de publicarse “Justice for Hedgehogs”, la obra más reciente de Ronald Dworkin, por parte de Belknap Press y Harvard University Press. La noticia la da –cómo no– la New York Review of Books (20.04.11). El autor de la reseña es A. C. Grayling.
El planteamiento a partir del cual Grayling destaca la obra de Dworkin parte de dos constataciones: la primera es que nuestras metas e ideales “están en tan profundo conflicto entre sí que siempre lo que hacemos termina siendo algo insatisfactorio”; la segunda implica que “el conflicto es inevitable en política”. La autoría de estos planteamientos se les adjudica a figuras tan poderosas de la filosofía contemporánea como Isaiah Berlin, Richard Rorty o Bernard Williams.
Para el autor, estas ideas son “populares y deprimentes” porque el conflicto de valores en política parece conducir a que “sea inevitable algún grado de injusticia, incluso en sociedades generosas”, lo que dejaría sin opciones a las personas “sensibles al rango completo de los valores”. Ante este panorama Ronald Dworkin habría elaborado el argumento opuesto, “la unidad de los valores”.
Ante tal expectativa solo nos resta esperar que sea algo más que 500 páginas de artificios ingeniosos, como creía Giambattista Vico que eran los constructos humanos perfectos como las matemáticas, la lógica o –añadiría Berlin – el ajedrez.
El planteamiento a partir del cual Grayling destaca la obra de Dworkin parte de dos constataciones: la primera es que nuestras metas e ideales “están en tan profundo conflicto entre sí que siempre lo que hacemos termina siendo algo insatisfactorio”; la segunda implica que “el conflicto es inevitable en política”. La autoría de estos planteamientos se les adjudica a figuras tan poderosas de la filosofía contemporánea como Isaiah Berlin, Richard Rorty o Bernard Williams.
Para el autor, estas ideas son “populares y deprimentes” porque el conflicto de valores en política parece conducir a que “sea inevitable algún grado de injusticia, incluso en sociedades generosas”, lo que dejaría sin opciones a las personas “sensibles al rango completo de los valores”. Ante este panorama Ronald Dworkin habría elaborado el argumento opuesto, “la unidad de los valores”.
Ante tal expectativa solo nos resta esperar que sea algo más que 500 páginas de artificios ingeniosos, como creía Giambattista Vico que eran los constructos humanos perfectos como las matemáticas, la lógica o –añadiría Berlin – el ajedrez.
miércoles, 6 de abril de 2011
Berlin en su tercer año
Estamos ya en el tercer año de la invitación lanzada al viento para leer y estudiar la obra de Isaiah Berlin: en 2009, hicimos el Seminario Berlin en Medellín, en 2010 publicamos el libro “Isaiah Berlin: utopía, tragedia y pluralismo”, en 2011 intentamos difundir esta obra. Para cumplirlo último se efectuó en Bogotá (05.04.11) la presentación en la que me acompañaron Santiago Montenegro y Eduardo Posada Carbó, y que se realizó gracias al apoyo de Guillermo Hoyos Vásquez desde la Pontificia Universidad Javeriana y de Álvaro Corral desde la Sociedad Colombiana de Filosofía.
De los informados comentarios emergieron cuestiones que tienden a convertirse en discusiones clásicas sobre una obra elusiva y llena de matices. ¿Primacía del pluralismo o del liberalismo? ¿Berlin zorro o Berlin erizo? ¿agonismo relevante o no? ¿relativista o universalista tenue? También se resaltaron sus críticas al racionalismo ilustrado, su valoración de la comunidad, su inclinación a considerar un ser humano dominado por sentimientos y tradiciones.
Finalmente, se insinuó la posibilidad de un contraste con Karl Popper. Contraste plausible por ciertas afinidades en sus opciones políticas, sus distancias con la Ilustración, su coetaneidad y ciertos paralelos en su trayectoria vital. Hubo más énfasis en sus diferencias. Popper inclinado a elaborar un proyecto ideal de sociedad, más racionalista, confiado en la ciencia e individualista. Berlin renuente a cualquier proyecto positivo, menos racionalista, más comunitarista, escéptico frente a la ciencia y atraído por las ideas de comunicación y empatía.
De los informados comentarios emergieron cuestiones que tienden a convertirse en discusiones clásicas sobre una obra elusiva y llena de matices. ¿Primacía del pluralismo o del liberalismo? ¿Berlin zorro o Berlin erizo? ¿agonismo relevante o no? ¿relativista o universalista tenue? También se resaltaron sus críticas al racionalismo ilustrado, su valoración de la comunidad, su inclinación a considerar un ser humano dominado por sentimientos y tradiciones.
Finalmente, se insinuó la posibilidad de un contraste con Karl Popper. Contraste plausible por ciertas afinidades en sus opciones políticas, sus distancias con la Ilustración, su coetaneidad y ciertos paralelos en su trayectoria vital. Hubo más énfasis en sus diferencias. Popper inclinado a elaborar un proyecto ideal de sociedad, más racionalista, confiado en la ciencia e individualista. Berlin renuente a cualquier proyecto positivo, menos racionalista, más comunitarista, escéptico frente a la ciencia y atraído por las ideas de comunicación y empatía.
martes, 22 de marzo de 2011
De la justicia
Siendo joven para morir –y más joven aún para ser filósofo– el pensador Chaïm Perelman (1912-1984) escribió un pequeño ensayo titulado De la justicia. Fue publicado en formato de libro y la edición española más reciente fue hecha en México hace casi 50 años y ocupa apenas 80 páginas.
Perelman –quien nació en Polonia y se hizo después ciudadano belga– afirma que la justicia es una noción que tiene mucho prestigio y que se trata de un término que entraña fuertes emociones. Sin embargo, para él, la justicia también es una noción confusa. De hecho, su trabajo se despliega analizando seis maneras distintas de entender la justicia. Por supuesto, allí hay un problema terrible. Cuando se habla de justicia se percuten en la sociedad y las personas sentimientos y reacciones muy profundas, que suelen tornarse problemáticas ya que al hablar de justicia muchas veces entendemos cosas distintas.
Esta antigua dificultad de la noción de justicia se ha querido subsanar modernamente con el predominio de la llamada “justicia formal”, es decir, en la observación rigurosa de la regla y la igualdad de tratamiento a las personas semejantes. Pero Perelman cree que esta solución es apenas parcial porque normalmente las reglas están vinculadas con un sistema de valores, y los sistemas de valores tienen principios injustificados y algunos elementos arbitrarios.
En virtud de estos argumentos, Perelman llega a la conclusión de que es inevitable que existan elementos de arbitrariedad en todo sistema judicial o, para decirlo en sus propias palabras, que “no hay justicia perfecta y necesaria”. Por lo tanto, la famosa máxima de “hágase justicia, aunque perezca el mundo” es inmoral. Si no hay justicia perfecta, si siempre hay elementos arbitrarios e injustificados en los sistemas legales, no puede llegarse a una conclusión tan radical.
De esta manera, Perelman se opone a una concepción del mundo basada exclusivamente en el valor de la justicia y su operacionalización a través del sistema legal y de los tribunales. Un reino sólo justo sería curiosamente un reino lleno de arbitrariedades y de medidas insostenibles racional o argumentativamente. Da a entender que el “pereat mundus, fiat justitia” sería un lema que hoy llamaríamos fundamentalista, por más que el divino Kant lo haya recogido en su “Paz perpetua”.
Llegados a este punto, parecemos en un callejón sin salida. Perelman propone una solución: es necesario que el sistema legal se impregne “con valores más inmediatos y más espontáneos”. La página y media de su maravillosa conclusión en este ensayo termina con esta frase: “Todo sistema de justicia debería no perder de vista su propia imperfección y concluir que una justicia imperfecta, sin caridad no es justicia”.
El ensayo está datado el 1 de agosto de 1944. Perelman era judío, ya se tenían noticias del genocidio nazi y se escuchaban las voces de la venganza en forma de tribunales y organización de cacerías para los responsables. Pero Chaïm Perelman –el fundador de la nueva retórica y autor de la ya clásica “Teoría de la argumentación” – estaba llamando a tener consideraciones de caridad, a no olvidar los valores sin los cuales cualquier sistema legal puede ser simplemente un instrumento de enriquecimiento, de venganza o de instrumentalización política.
Publicado en El Colombiano, 21.03.11.
Perelman –quien nació en Polonia y se hizo después ciudadano belga– afirma que la justicia es una noción que tiene mucho prestigio y que se trata de un término que entraña fuertes emociones. Sin embargo, para él, la justicia también es una noción confusa. De hecho, su trabajo se despliega analizando seis maneras distintas de entender la justicia. Por supuesto, allí hay un problema terrible. Cuando se habla de justicia se percuten en la sociedad y las personas sentimientos y reacciones muy profundas, que suelen tornarse problemáticas ya que al hablar de justicia muchas veces entendemos cosas distintas.
Esta antigua dificultad de la noción de justicia se ha querido subsanar modernamente con el predominio de la llamada “justicia formal”, es decir, en la observación rigurosa de la regla y la igualdad de tratamiento a las personas semejantes. Pero Perelman cree que esta solución es apenas parcial porque normalmente las reglas están vinculadas con un sistema de valores, y los sistemas de valores tienen principios injustificados y algunos elementos arbitrarios.
En virtud de estos argumentos, Perelman llega a la conclusión de que es inevitable que existan elementos de arbitrariedad en todo sistema judicial o, para decirlo en sus propias palabras, que “no hay justicia perfecta y necesaria”. Por lo tanto, la famosa máxima de “hágase justicia, aunque perezca el mundo” es inmoral. Si no hay justicia perfecta, si siempre hay elementos arbitrarios e injustificados en los sistemas legales, no puede llegarse a una conclusión tan radical.
De esta manera, Perelman se opone a una concepción del mundo basada exclusivamente en el valor de la justicia y su operacionalización a través del sistema legal y de los tribunales. Un reino sólo justo sería curiosamente un reino lleno de arbitrariedades y de medidas insostenibles racional o argumentativamente. Da a entender que el “pereat mundus, fiat justitia” sería un lema que hoy llamaríamos fundamentalista, por más que el divino Kant lo haya recogido en su “Paz perpetua”.
Llegados a este punto, parecemos en un callejón sin salida. Perelman propone una solución: es necesario que el sistema legal se impregne “con valores más inmediatos y más espontáneos”. La página y media de su maravillosa conclusión en este ensayo termina con esta frase: “Todo sistema de justicia debería no perder de vista su propia imperfección y concluir que una justicia imperfecta, sin caridad no es justicia”.
El ensayo está datado el 1 de agosto de 1944. Perelman era judío, ya se tenían noticias del genocidio nazi y se escuchaban las voces de la venganza en forma de tribunales y organización de cacerías para los responsables. Pero Chaïm Perelman –el fundador de la nueva retórica y autor de la ya clásica “Teoría de la argumentación” – estaba llamando a tener consideraciones de caridad, a no olvidar los valores sin los cuales cualquier sistema legal puede ser simplemente un instrumento de enriquecimiento, de venganza o de instrumentalización política.
Publicado en El Colombiano, 21.03.11.
miércoles, 2 de marzo de 2011
Gadafi, bastardo de Occidente
Hace pocos meses Estados Unidos había restablecido relaciones diplomáticas con Libia. El año pasado la justicia británica negoció con el régimen de Gadafi la repatriación sin pena cumplida del autor de la masacre de Lockerbie (270 personas muertas). España, Francia e Italia se convirtieron en cajeros de la fortuna que Gadafi y sus hijos les han robado a los pueblos de Libia. Y toda Europa en la sede de los congresos multitudinarios de difusión del pensamiento del “hermano líder”.
El año la Asamblea General de la ONU –ese portaestandarte magnífico de los ideólogos del gobierno global– eligió los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos (párrafo 7, Resolución 60/251) y el régimen del coronel ocupó uno de los cinco escaños africanos con el voto de 155 países. El 1 de marzo de 2011 decidieron suspenderlo.
Uno entiende que ese tridente de prohombres latinoamericanos que conforman Castro, Ortega y Chávez aplaudan y respalden a Gadafi. Pero su apoyo moral y sus discursos demagógicos son nada en comparación con el apoyo europeo al dictador, con el silencio estadounidense y con la complacencia de medio mundo. Los crímenes contra la humanidad se limpian con petróleo.
El año la Asamblea General de la ONU –ese portaestandarte magnífico de los ideólogos del gobierno global– eligió los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos (párrafo 7, Resolución 60/251) y el régimen del coronel ocupó uno de los cinco escaños africanos con el voto de 155 países. El 1 de marzo de 2011 decidieron suspenderlo.
Uno entiende que ese tridente de prohombres latinoamericanos que conforman Castro, Ortega y Chávez aplaudan y respalden a Gadafi. Pero su apoyo moral y sus discursos demagógicos son nada en comparación con el apoyo europeo al dictador, con el silencio estadounidense y con la complacencia de medio mundo. Los crímenes contra la humanidad se limpian con petróleo.
martes, 22 de febrero de 2011
Gadafi: el fundamentalismo laico
El realismo conservador aconseja, hasta ahora, analizar el Oriente Medio bajo la dicotomía laicos-religiosos. Se cree que los laicos son moderados por naturaleza y los religiosos fundamentalistas. Europa –la gran celestina mundial– se amparó en sus anticuados parámetros ilustrados para apoyar los despotismos en El Magreb y sostener hasta hoy a sátrapas como Gadafi (con quien han negociado los muy sagrados “crímenes de lesa humanidad”).
Hasta ahora, la oleada de rebelión civil en los países árabes muestra otra cosa. El presidente de Túnez salió corriendo (acto casi siempre decoroso), el rey de Bahrein hace concesiones, Mubarak se hace a un lado. Solo Gadafi –ideólogo del socialismo árabe y teórico de la democracia popular– se atreve a bombardear a los manifestantes, algo no visto ni en el chile de Pinochet ni en la Cuba de Castro.
El líder ha dicho que prefiere morir como un mártir y ese es el signo distintivo del fundamentalismo. El problema no está en la religión. Está en la convicción de poseer una verdad única, infalible e innegociable. El fundamentalista hará una carnicería en nombre de su creencia superior, antes que ceder a las fuerzas del error o la disensión. En el mundo contemporáneo los males de la religión, son insignificantes al lado de las calamidades que han generado los políticos perfeccionistas.
Hasta ahora, la oleada de rebelión civil en los países árabes muestra otra cosa. El presidente de Túnez salió corriendo (acto casi siempre decoroso), el rey de Bahrein hace concesiones, Mubarak se hace a un lado. Solo Gadafi –ideólogo del socialismo árabe y teórico de la democracia popular– se atreve a bombardear a los manifestantes, algo no visto ni en el chile de Pinochet ni en la Cuba de Castro.
El líder ha dicho que prefiere morir como un mártir y ese es el signo distintivo del fundamentalismo. El problema no está en la religión. Está en la convicción de poseer una verdad única, infalible e innegociable. El fundamentalista hará una carnicería en nombre de su creencia superior, antes que ceder a las fuerzas del error o la disensión. En el mundo contemporáneo los males de la religión, son insignificantes al lado de las calamidades que han generado los políticos perfeccionistas.
sábado, 12 de febrero de 2011
Revolución y democracia en Egipto
Las dos palabras más recurridas para describir los acontecimientos en Egipto, después de los 18 días que culminaron el 11 de febrero, son revolución y democracia. Ambas caben, pero no sin aclaraciones.
La revolución egipcia pertenece a un nuevo tipo de revoluciones que espera denominación y que se ubican en lo que un analista brasileño llamó “historia posrevolucionaria”. Estas revoluciones no siguen el modelo francés, ruso o chino, dominante desde el siglo XVII hasta el triunfo del sandinismo en Nicaragua. Siguen siendo cambios súbitos y masivos, pero son pacíficos y vagos en su proyecto.
Son movimientos democráticos en el sentido más elemental y primario, porque son hechos por el demos. No son democráticos en el sentido en el que la prensa y los evangelizadores de la democracia liberal lo suponen. De la revolución iraní de 1979 –tal vez la primera de las revoluciones posmodernas– no se puede decir que haya emergido la democracia liberal y de las revoluciones de 1989 tampoco.
No sabemos qué va a salir de Egipto. Fareed Zakaria predice una “democracia iliberal”. Boutros Gali dijo hace poco que en África la democracia pasa por las tribus, y una democracia entre tribus puede ser democracia pero no será liberalismo. Probablemente “democracia” sea el más polémico de los términos políticos actuales, así que no hay que exagerar las celebraciones.
La revolución egipcia pertenece a un nuevo tipo de revoluciones que espera denominación y que se ubican en lo que un analista brasileño llamó “historia posrevolucionaria”. Estas revoluciones no siguen el modelo francés, ruso o chino, dominante desde el siglo XVII hasta el triunfo del sandinismo en Nicaragua. Siguen siendo cambios súbitos y masivos, pero son pacíficos y vagos en su proyecto.
Son movimientos democráticos en el sentido más elemental y primario, porque son hechos por el demos. No son democráticos en el sentido en el que la prensa y los evangelizadores de la democracia liberal lo suponen. De la revolución iraní de 1979 –tal vez la primera de las revoluciones posmodernas– no se puede decir que haya emergido la democracia liberal y de las revoluciones de 1989 tampoco.
No sabemos qué va a salir de Egipto. Fareed Zakaria predice una “democracia iliberal”. Boutros Gali dijo hace poco que en África la democracia pasa por las tribus, y una democracia entre tribus puede ser democracia pero no será liberalismo. Probablemente “democracia” sea el más polémico de los términos políticos actuales, así que no hay que exagerar las celebraciones.
martes, 1 de febrero de 2011
Rodrigo D No futuro: el álbum
Como señaló en un comentario Iván Darío Cano, basándonos en las cien canciones seleccionadas por Haga la U, el álbum emblemático del rock paisa es el que se editó en 1988 como banda sonora de la película Rodrigo D. No futuro de Víctor Gaviria. El criterio más simple es que ningún álbum tiene más canciones en el listado.
Hay más criterios para seleccionarlo. El vinilo tenía una cara punk (A) y otra metal (B), lo que define las comunidades más arraigadas en la región entre los años 1980 y 1990. Algunas de las figuras más importantes de la escena local de ese entonces están vinculadas al disco: Carlos Mario Pérez “La Bruja” como asesor musical y Mauricio Montoya “Bullmetal”, como asistente. No sobra recordar que el primero era de Parabellum y el último de Masacre.
Además, algunas de las figuras más importantes del futuro inmediato: Ramiro Meneses, baterista y voz de Mutantex, protagonista de la película y después del cine y la televisión nacionales; y Federico López “Habichuela”, guitarra y voz de Ekrión, tal vez el productor e ingeniero de sonido más importante del país (ya habrá ocasión de hablar de él).
El disco original en vinilo, producido por Tiempos Modernos y JJ Mundo, tenía 15 títulos. En 2007, Mad Man Productions presenta una edición en cd con mejor información, pero distinta (16 canciones). Mad Man (Gonzalo Arcila) excluyó los temas “Tu futuro es muerte” y “Blasfemia” de Dexkoncierto y Postmortem, respectivamente (en la cara B original), e incluyó “Niebla y calor” (Ekhymosis), “Podredumbre” (Sacrilegio) y “Existencia putrefacta” (Nekromante). Los argumentos no aparecen por ningún lado.
Lo cierto es que tenemos dos ediciones. Y más historias. Las grabaciones para la selección del disco fueron más abundantes e incluyeron “La bota militar” de Los podridos, que también aparece en el listado.
Hay más criterios para seleccionarlo. El vinilo tenía una cara punk (A) y otra metal (B), lo que define las comunidades más arraigadas en la región entre los años 1980 y 1990. Algunas de las figuras más importantes de la escena local de ese entonces están vinculadas al disco: Carlos Mario Pérez “La Bruja” como asesor musical y Mauricio Montoya “Bullmetal”, como asistente. No sobra recordar que el primero era de Parabellum y el último de Masacre.
Además, algunas de las figuras más importantes del futuro inmediato: Ramiro Meneses, baterista y voz de Mutantex, protagonista de la película y después del cine y la televisión nacionales; y Federico López “Habichuela”, guitarra y voz de Ekrión, tal vez el productor e ingeniero de sonido más importante del país (ya habrá ocasión de hablar de él).
El disco original en vinilo, producido por Tiempos Modernos y JJ Mundo, tenía 15 títulos. En 2007, Mad Man Productions presenta una edición en cd con mejor información, pero distinta (16 canciones). Mad Man (Gonzalo Arcila) excluyó los temas “Tu futuro es muerte” y “Blasfemia” de Dexkoncierto y Postmortem, respectivamente (en la cara B original), e incluyó “Niebla y calor” (Ekhymosis), “Podredumbre” (Sacrilegio) y “Existencia putrefacta” (Nekromante). Los argumentos no aparecen por ningún lado.
Lo cierto es que tenemos dos ediciones. Y más historias. Las grabaciones para la selección del disco fueron más abundantes e incluyeron “La bota militar” de Los podridos, que también aparece en el listado.
miércoles, 26 de enero de 2011
La summa del rock paisa
Aunque una de las más graves enfermedades profesionales del melómano sea la de hacer rankings, por alguna extraña razón en la música joven de Antioquia carecemos de ellos. Tal vez el primero que lo intentó fue Juan Antonio Agudelo –pionero en tantas cosas de la escena local– cuando en una exposición en Comfenalco se atrevió a postular los 16 álbumes más importantes del rock colombiano.
Ahora Santiago Arango desde “Haga la u” se metió en una cosa más grande: auscultar y depurar el listado de “Las 100 canciones de la música local” (véase: http://www.hagalau.net/index.php?option=com_content&view=article&id=527&catid=35). Yo prefiero seguir hablando de rock, aunque sea inexacto también, para dejarle espacio a los músicos populares de la región que no pertenecen a esta constelación de gusto.
Habría que ponerle mucha más información al listado para agregarle valor al trabajo iniciado por Santiago, pero hay datos que emergen a primera vista y que pueden resultar sorpresivos para muchos:
1. La gente respeta los clásicos: Los Yetis, Carbure, Nash, figuran en la lista. Nuestra historia no es larga, pero no siempre el público mantiene la memoria de cuatro décadas.
2. Hay cuatro grupos que ponen tres canciones cada uno y se ubican en el Top 1 de la lista: Kraken, Mutantex, Bajo Tierra y Frankie ha Muerto.
3. Otros once grupos, con dos canciones cada uno, van al segundo lugar: Carbure, La Pestilencia, Masacre, Nadie, Estados Alterados, Ekhymosis, IRA, Fértil Miseria, Neus, Tres de Corazón y Puerto Candelaria.
4. El listado es muy variado. Hay espacio para Alejo García y Silvia O, entraron Charco Corazón y Siguarajazz, se le da un lugar a Parabellum y, sorprendentemente, a Los Podridos que nunca pusieron nada en vinilo.
5. El corazón y los oídos del melómano antioqueño siguen agitándose con los sonidos del punk, el metal y sus derivaciones. Creo que eso también queda claro.
Ahora Santiago Arango desde “Haga la u” se metió en una cosa más grande: auscultar y depurar el listado de “Las 100 canciones de la música local” (véase: http://www.hagalau.net/index.php?option=com_content&view=article&id=527&catid=35). Yo prefiero seguir hablando de rock, aunque sea inexacto también, para dejarle espacio a los músicos populares de la región que no pertenecen a esta constelación de gusto.
Habría que ponerle mucha más información al listado para agregarle valor al trabajo iniciado por Santiago, pero hay datos que emergen a primera vista y que pueden resultar sorpresivos para muchos:
1. La gente respeta los clásicos: Los Yetis, Carbure, Nash, figuran en la lista. Nuestra historia no es larga, pero no siempre el público mantiene la memoria de cuatro décadas.
2. Hay cuatro grupos que ponen tres canciones cada uno y se ubican en el Top 1 de la lista: Kraken, Mutantex, Bajo Tierra y Frankie ha Muerto.
3. Otros once grupos, con dos canciones cada uno, van al segundo lugar: Carbure, La Pestilencia, Masacre, Nadie, Estados Alterados, Ekhymosis, IRA, Fértil Miseria, Neus, Tres de Corazón y Puerto Candelaria.
4. El listado es muy variado. Hay espacio para Alejo García y Silvia O, entraron Charco Corazón y Siguarajazz, se le da un lugar a Parabellum y, sorprendentemente, a Los Podridos que nunca pusieron nada en vinilo.
5. El corazón y los oídos del melómano antioqueño siguen agitándose con los sonidos del punk, el metal y sus derivaciones. Creo que eso también queda claro.
domingo, 23 de enero de 2011
La estatua de Confucio
Cuenta Adriana Larotta (El Tiempo, 22.01.12) que el gobierno chino acaba de erigir una estatua monumental a Confucio en plena Plaza Tiananmen. Aunque parezca increíble el centro de las disputas filosóficas durante 60 años en el seno del comunismo chino ha sido el filósofo que vivió en un tiempo anterior al de Sócrates. Y si ahora conviven en la gran plaza el retrato de Mao y el bronce del pensador debe significar algo.
Larotta dice que ello demuestra la falta de ideología en China, pero a primera vista parece más bien un intento de reforzar el ámbito ideológico en la nueva gran superpotencia. Tampoco se puede reaccionar diciendo que donde no hay ideología es en Occidente. En el mundo occidental la ideología dominante es la del mercado, que por desgracia los liberales festivos la confunden con la suya propia. Mientras los economistas liberales se engañan creyendo que el mercado no entraña ideas, ni supersticiones.
Pero lo más interesante del asunto es que mientras en la potencia decadente la ultraderecha busca enterrar la filosofía, como lo demuestran la política educativa de Bush y las decisiones del rector de la State University of New York, en la potencia emergente el símbolo antonomástico de la misma se coloca en el centro del poder político y simbólico del país y del Estado.
Larotta dice que ello demuestra la falta de ideología en China, pero a primera vista parece más bien un intento de reforzar el ámbito ideológico en la nueva gran superpotencia. Tampoco se puede reaccionar diciendo que donde no hay ideología es en Occidente. En el mundo occidental la ideología dominante es la del mercado, que por desgracia los liberales festivos la confunden con la suya propia. Mientras los economistas liberales se engañan creyendo que el mercado no entraña ideas, ni supersticiones.
Pero lo más interesante del asunto es que mientras en la potencia decadente la ultraderecha busca enterrar la filosofía, como lo demuestran la política educativa de Bush y las decisiones del rector de la State University of New York, en la potencia emergente el símbolo antonomástico de la misma se coloca en el centro del poder político y simbólico del país y del Estado.
domingo, 16 de enero de 2011
Wikeaks: última (espero)
Después de soportar varias semanas de filtraciones, Fernando Savater acaba de publicar su opinión sobre Wikileaks. Es un artículo corto titulado “Transparentes abusos” (Tiempo, 23.12.10). Puede leerse completo en: http://www.tiempodehoy.com/default.asp?idpublicacio_PK=50&idioma=CAS&idnoticia_PK=62629&idseccio_PK=630&h=101029
Destaco solamente su mejor aporte conceptual respecto a los límites de la transparencia. Cito: “Hay dos tipos de transparencia, la de gestión y la de opinión o deliberación. La primera es imprescindible en democracia: queremos saber a qué destinan los gobernantes nuestros impuestos, cómo defienden nuestras garantías y derechos, cuál es la justificación de sus decisiones políticas, etc...; la segunda es una agresión totalitaria contra el buen funcionamiento de las instituciones y la privacidad de las personas, ocupen cargos públicos o sean simples particulares. Confundirlas es parte de la actual imbecilización social, a la que no es ajena la maquinaria espléndida pero a veces devastadora de Internet. Última observación: dejando aparte a Berlusconi, Putin, los hermanos Castro y alguno más, no hay político que me resulte tan sospechoso y tan poco fiable como el señor Julian Assange... y sus partidarios”.
Mario Vargas Llosa ha salido a suscribir la crítica de Savater con una argumentación más bien floja y una confusión terrible –propia de un liberal dieciochesco– al incluir la dicotomía público-privado en un asunto que trata de política y, por tanto, de asuntos públicos (El País, 16.01.11). Y es que lo público político nunca representa una transitividad pura con la publicidad como creía Kant.
Vuelvo a Savater y su sarcasmo contra los partidarios de Assange por sospechosos y poco fiables. Hagan una lista mental de los poco fiables intelectuales colombianos que lanzaron voladores con las hazañas de Wikileaks.
Destaco solamente su mejor aporte conceptual respecto a los límites de la transparencia. Cito: “Hay dos tipos de transparencia, la de gestión y la de opinión o deliberación. La primera es imprescindible en democracia: queremos saber a qué destinan los gobernantes nuestros impuestos, cómo defienden nuestras garantías y derechos, cuál es la justificación de sus decisiones políticas, etc...; la segunda es una agresión totalitaria contra el buen funcionamiento de las instituciones y la privacidad de las personas, ocupen cargos públicos o sean simples particulares. Confundirlas es parte de la actual imbecilización social, a la que no es ajena la maquinaria espléndida pero a veces devastadora de Internet. Última observación: dejando aparte a Berlusconi, Putin, los hermanos Castro y alguno más, no hay político que me resulte tan sospechoso y tan poco fiable como el señor Julian Assange... y sus partidarios”.
Mario Vargas Llosa ha salido a suscribir la crítica de Savater con una argumentación más bien floja y una confusión terrible –propia de un liberal dieciochesco– al incluir la dicotomía público-privado en un asunto que trata de política y, por tanto, de asuntos públicos (El País, 16.01.11). Y es que lo público político nunca representa una transitividad pura con la publicidad como creía Kant.
Vuelvo a Savater y su sarcasmo contra los partidarios de Assange por sospechosos y poco fiables. Hagan una lista mental de los poco fiables intelectuales colombianos que lanzaron voladores con las hazañas de Wikileaks.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)