En su reciente artículo sobre los debates constitucionales en Estados Unidos (Time, 04.07.11), Richard Stengel usa las imágenes de “guide rails” y “cops” para ilustrar uno de los puntos de controversia en torno a la función constitucional, expresamente referida al texto constitucional o a la guarda de la constitución por extensión. Llamémoslos “vallas” –para el caso podrían ser las señales de tránsito, incluso– y “guardas” o “policías”.
Con ellas se pretende señalar las diferencias entre quienes esperan de la constitución –o del tribunal constitucional– respuestas específicas u orientaciones sustantivas ante cada contingencia de la vida social y quienes se inclinan por funcionalidades más generales, indicativas, que dejan un amplio margen para la acción del ejecutivo y la vivacidad de la vida democrática.
Stengel, en el pasado director del National Constitution Center y ahora editor de Time, se pronuncia a favor de la segunda opción. La función constitucional no debe inmiscuirse en la cotidianidad de la actividad política y administrativa. Su papel es más parecido a los carriles que señalan las autopistas, a los separadores y vallas de seguridad, que a los policías de tránsito, que a veces con criterio y otras más arbitrariamente, dan paso, detienen o cambian la orientación.
1 comentario:
La tesis de Stengel aplicada en Colombia no pasaría de ser sino una mera ilusión. Es evidente que - en teoría - la segunda postura sería la correcta;sin embargo, llevamos 20 años desde la promulgación de la Constitución y hoy - más que nunca - el colombiano del común espera que los tribunales constitucionales fijen pautas orientadoras y reguladoras de la vida en sociedad.
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