2015 fue el año del reconocimiento general de Nina Simone (1933-2003). Nina fue marginal con el repertorio, inestable con las disqueras, demasiado áspera para los tiempos de canciones infantiles de The Beatles y el romanticismo del soul. Pero en este año explotaron los documentales, biografías, tributos y reediciones de algunos discos, incluyendo pastas de 180 gramos.
Rhiannon Giddens lanzó un disco magnífico de versiones y algunas canciones propias –su opera prima como solista– estimulada por uno de los mejores productores de la historia. Giddens, una muchacha sureña que toca de todo y canta casi como le da gana, encontró su inspiración en Tomorrow is my Turn de Nina Simone en su versión en concierto. Y así se llama su álbum.
Tomorrow is my Turn fue una cancioncilla gris, alegre y superficial como los muchachos de París, que apareció en un álbum de 1965 en el que Simone mostraba su francofilia. Ya su apellido artístico lo había sacado del nombre de la actriz Simone Signoret (1921-1985) y entonces –tal vez más libre– se lanzó con interpretaciones de canciones originales en francés. La liviandad de Tomorrow queda aplastada con justicia por temas como Ne me quitte pas o I Put Spell on You.
Pero 1968 ya eran otros tiempos: Vietnam, la lucha por los derechos de los negros y las mujeres, la pelea con su marido. En 1968, en un concierto en Londres que quedó registrado en video, Nina Simone cambia totalmente la canción y la convierte en un tema personal, profundo, feroz y conmovedor. El camarógrafo también se dio cuenta y registró la transformación del rostro de la princesa negra, acompasado con la mutación del tempo y de la voz.
Tomorrow is my turn apareció en francés en 1962 bajo el título L'amour c'est comme un jour y en inglés en el mismo año. La interpretó Charles Aznavour en ambos álbumes. La letra original fue vertida al inglés por el productor belga Marcel Stellman. Son datos. La letra original cambió. Hay mucha diferencia entre El amor es como un día y Mañana es mi turno. Una bobada y una proclama. La melodía de Aznavour desapareció y la canción se perdió entre su inmensa discografía.
Al final Tomorrow is my Turn es pura Nina Simone, fijada por siempre en su sesión londinense y recordada ahora por Rhiannon Giddens. Mi canción preferida de este año que ya pasó.
La vitrola, diciembre 2015
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