miércoles, 27 de mayo de 2015

Ecos de la Comisión Histórica: Francisco Cortés

¿Fue un fracaso la comisión histórica del conflicto?

FRANCISCO CORTÉS RODAS

El Colombiano, 12 de mayo 2015

El analista León Valencia escribió en la penúltima revista Semana que la Comisión Histórica del Conflicto fue un fracaso. Afirmó que el texto que entregó el grupo de expertos a la Mesa de La Habana contiene “un informe inane. Porque no toca a nadie. No se sienten aludidas las guerrillas, ni las élites políticas con sus aliados paramilitares, ni los militares, ni los empresarios, nadie”.

Valencia es realmente drástico con la Comisión, pero lo es de tal manera que termina siendo injusto. Metodológicamente, les fue propuesto que escribieran informes individuales y no un informe colectivo, producido mediante el consenso de los 12 comisionados. Y sobre el asunto del establecimiento de las responsabilidades es imposible esperar que un grupo de expertos académicos, con visiones políticas diferentes, puedan determinar, como colectivo, quiénes son responsables individualmente por los graves crímenes que se cometieron en la guerra. Este asunto no le corresponde a una comisión de académicos, lo deben resolver los jueces o una comisión de la verdad.

Sobre el esclarecimiento de las responsabilidades en la guerra que se inició en los ochenta, los miembros de esta Comisión han presentado individualmente importantes estudios que señalan a diferentes actores como responsables. Para unos, el Estado colombiano es responsable jurídica y moralmente por las violaciones de los derechos humanos cometidas por sus agentes, en tanto que él mismo contribuyó, directa e indirectamente, a crear, mantener y sostener estructuras de poder que fueron funcionales a la consolidación del proyecto paramilitar.

Otros consideran que el mayor responsable es el paramilitarismo, por las consecuencias que produjo su estrategia homicida antiinsurgente, desarrollada en consonancia con las élites regionales, la cual comprendió el despojo de tierras, múltiples masacres y miles de asesinatos. Igualmente responsables son los narcotraficantes por haber lanzado una ofensiva brutal contra el Estado. Otros autores afirman que las Farc tienen una responsabilidad política y jurídica por haber articulado desde los ochenta su proyecto político con la economía del narcotráfico y por haber impulsado la industria del secuestro extorsivo.

Tenemos, entonces, que académicamente han sido señaladas formas de responsabilidad política, moral y jurídica, y hay actores, individuales y colectivos, muchos de ellos identificados, que deberían responder por tales actos. Por estas razones considero que la Comisión Histórica del Conflicto no es un fracaso. Su trabajo es muy serio y sistemático sobre la historia de la guerra, la acumulación de violencias, contraviolencias y victimizaciones. El informe se constituye en uno de los insumos para proponer una comisión de la verdad que podrá tratar las distintas formas de responsabilidad: penal, política, moral.

En este sentido, una comisión de la verdad podría ayudar a que se produzca una confianza en el proceso de transición y en la utilización de los mecanismos de justicia transicional, para lo cual es definitivo que las graves injusticias cometidas en el pasado sean reconocidas públicamente como graves injusticias, como males morales, y que los perpetradores de esos daños reconozcan su completa responsabilidad por sus actos criminales. Una comisión de la verdad debe servir para restaurar la dignidad humana de las víctimas e imponer medidas adecuadas de responsabilidad a los perpetradores.

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