“Soy paisa, arepa 100 x 100, como que nací en Jardín, Antioquia. De ahí mi cara. Me crié en Jericó del mismo departamento. El bigote me salió en Medellín y el corbatín en Bogotá. Es decir: soy un fenómeno intermunidepartamental”. Eso dice Enrique Aguirre López en las breves páginas de su Motobiografía. Pocos saben de Aguirre; muchos, de entre los menos jóvenes, supieron algo de Ci-mifú; de estos, casi nadie lo refería al país del suroeste.
Ci-mifú —el alter ego de Aguirre— vivió su época dorada en Bogotá como escritor de humor en El Tiempo y fundador, dueño y único empleado de la Fábrica Nacional de Discursos. Él y su obra serán objeto y pretexto de la tercera edición de Narrativas Pueblerinas, el encuentro literario y musical que se realiza en Jardín. En realidad, este año, entre el 16 y el 18 de agosto, la mezcla será mayor aún: cada jornada estará compuesta por conversaciones, teatro y música. Sergio Valencia, Fernando Mora, Elkin Obregón y Mico, hablarán sobre Ci-mifú, el cine y la caricatura. Patricia Arroyave, Carlos Mario Gallego y Acción Impro escenificarán obras propias y de Aguirre. Las agrupaciones de proyección de la Corporación Escuela de Música de Jardín estarán los tres días.
Narrativas Pueblerinas es una iniciativa local, dirigida a los residentes en Jardín y a los visitantes. Jardín es escenario, pero también protagonista a través de sus organizaciones culturales y las entidades públicas y privadas del municipio. Entre las segundas, la Alcaldía y Comfenalco.
Hablamos de narrativas porque nos parece un descriptor más amplio que literatura, en el que cabrían la historia, las canciones, el ensayo, la estética, toda la gama de expresiones orales. Decimos pueblerinas porque nos gusta reivindicar la valía de los pueblos frente al provincianismo de lo citadino. Queremos rememorar a los creadores que nacieron y se criaron en estos pueblos —no solo Jardín ni solo el suroeste— y mostrar el talento de sus músicos, pintores y escritores, y hacer escuchar y ayudar a comprender las expresiones que surgen de la vivencia local y regional.
Mucho se hablado del carácter universal de lo pueblerino. La frase con la que Aguirre López se presenta pone lo pueblerino en un plano abierto: “intermunidepartamental”. Podría agregársele global, para elaborar una palabra con más señas y más sílabas. Ese carácter se lo ponía la declaración de Manuel Mejía Vallejo —a quien se dedicó la primera versión en 2017— de que era de “dos pueblos”, a pesar de su peso internacional. Su paisano y coetáneo Jesús Botero Restrepo, que se presentaba del mismo modo, dio lugar a la reedición de Andágueda y a explorar la literatura indigenista el año pasado.
Narrativas Pueblerinas se suma a otras iniciativas que están emergiendo en el suroeste antioqueño lejano; el de los “pueblos allende el río Cauca”, como los nombró el historiador Juan Carlos Vélez. Hay un esfuerzo significativo en Jericó, Támesis, Bolívar, por impulsar las actividades que dan regocijo a la mente y al espíritu, que expanden la tarea de los educadores y enriquecen la cotidianidad de los pobladores y las alternativas del creciente número de turistas de la región. Algo bello está latente ahí.
Generación, 11 de agosto
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