Janis eludió la trampa del show en el momento preciso en que hizo del blues su vida. Asumió la opción simple y profunda de fundir vida y blues en una sola cosa inseparable... y con una sinceridad temeraria le dio rienda suelta a su sentimiento sin tapujos. Pero muy pocos se dieron cuenta de que al frente no tenían el espectáculo de Janis Joplin, que frente a sus ojos simplemente estaba ella. El detalle era que Janis no tenía espectáculo porque era incapaz de actuar; en la tarima estaba ella, solo ella...
Fragmento de mi Aún arde Janis, publicado en el fanzine Música para camaleones en septiembre 1990. A propósito de la presentación de Janis: Little Girl Blue de Amy Berg (2015).
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