Como izquierda y disciplina son excluyentes, el Partido Demócrata perdió un año para legislar solo y al cabo también perdió la mayoría senatorial. El Presidente acosado por la derecha –especialmente por Fox– decidió meterse al foso de los leones republicanos, la reunión anual de sus representantes a la Cámara.
Fue a decirles tres cosas. Quieren que los americanos tengan puestos o quieren conservar sus puestos, o lo que es lo mismo: están pensando en el país o en ganar votos a punta de demagogia. No soy un ideólogo, si tienen mejores propuestas para resolver los problemas, auditadas por expertos independientes, yo se las acepto. Estamos gobernando un país y los asuntos fundamentales no pueden ser partidistas.
Pocos presidentes han hecho esto en el pasado y está claro que Obama no le teme a la confrontación política, pero sobre todo que siempre tiene en consideración a su enemigo. Los republicanos son un interlocutor, pasible de entrar en compromisos y, en principio, interesado en el destino común de la nación. Una interesante lección para la política de hoy que no sabe habérselas con la enemistad.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con el uso de la palabra "lección". Si, es cierto que la política "moderna" no sabe desarrollarse en el campo del enemigo; por ello, el que Obama hable de tal manera entre la oposición partidista, señala un interés que va más allá de la competencia: El bien nacional.
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