Es Richard Rorty (1931-2007) quien usa las figuras de Sancho y El Quijote para explicar su noción de la política y la relación que ella tiene con la filosofía. Rorty comparte la idea de Oakeshott de que la política debe tener características de ductilidad, desapasionamiento, modestia, deliberación y capacidad para los acuerdos. Así, el modelo de político debiera ser Sancho Panza y no El Quijote.
El dominio que la figura de El Quijote ha tenido en la vida política moderna arrojó saldos desastrosos en el utopismo, la intemperancia y la beligerancia cotidiana y en todos los frentes. El Quijote soñador, visceral, ávido de novedades y aventuras debiera ser recluido a la vida privada. La vida privada debiera cargarse de emoción y ciertos toques de locura. La vida política ideal debiera ser aburrida.
La apreciación de Rorty subvierte los esquemas de los políticos y los intelectuales modernos. Ellos usualmente han querido ser héroes públicos y grises personas privadas. Haciéndolo han traumatizado la esfera política moderna y se han empobrecido individualmente. La alienación marxiana asoma la cabeza: predican un tipo ideal de vida buena mientras sus actos individuales contribuyen poco a hacerla posible para ellos y su prójimo.
1 comentario:
Me encantan sus apuntes. Volver a Sancho: Una manera de reconocer como la cotidianidad tiene un lugar más que privilegiado en la política y por supuesto en la noción de paz. Una mirada Click en todos los sentidos.(www.clickafectatumundo.com)LAURA GONZALEZ cinep
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