Las elecciones presidenciales en Venezuela del 28 de julio han intensificado las preocupaciones existentes sobre la integridad de los procesos democráticos de la nación, asediados desde hace mucho tiempo. Los resultados oficiales declararon a Nicolás Maduro como el vencedor, pero las autoridades electorales no han publicado datos detallados de votación, mientras que observadores independientes y proyecciones creíbles independientes cuentan una historia muy diferente, indicando un fraude masivo.
Como académicos dedicados al estudio de la democracia y la integridad electoral, estamos profundamente preocupados por las implicaciones para el futuro de Venezuela y por la violencia y represión generalizadas tras las elecciones. Condenamos la brutal respuesta de las fuerzas de seguridad, que ha resultado en numerosas muertes y cientos de arrestos. Exigimos total transparencia y responsabilidad en el conteo de los votos.
Según la iniciativa Tabulación Paralela de Votos AltaVista, un esfuerzo independiente de la sociedad civil diseñado para producir una estimación verificable y científicamente precisa del conteo nacional de votos, el candidato de la oposición Edmundo González ganó con algo más del 66% de los votos, mientras que Maduro logró solo el 31%. AltaVista ha sido validada por académicos de renombre internacional y ampliamente reportada por los medios.
Los resultados de AltaVista coinciden con las actas de recuentos de votos revisados por The Associated Press y The Washington Post, así como con los hallazgos en la encuesta de salida de Edison Research's, y contrastan significativamente con el anuncio oficial del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, que afirmó que Maduro ganó con el 51% frente al 44% de González. Esto plantea preguntas fundamentales sobre la integridad del proceso electoral y la legitimidad de los resultados.
Las reacciones de organizaciones internacionales con amplia experiencia en la observación electoral han sido inequívocas. Tanto la Organización de los Estados Americanos (OEA) como el Carter Center han condenado las elecciones como fraudulentas y no cumpliendo con los estándares internacionales de integridad electoral. El Secretario General de la ONU, António Guterres, pidió total transparencia sobre el resultado de las elecciones, y exigió al régimen de Maduro que publique los resultados y el desglose por centros de votación, una demanda compartida por muchos otros líderes mundiales.
La mayoría de los países de la región también han condenado la falta de transparencia, incluidos Chile, Guatemala, Costa Rica, Argentina, Uruguay y Perú, mientras que México, Brasil y Colombia han emitido una declaración oficial pidiendo a las autoridades venezolanas que hagan públicos todos los resultados de las votaciones.
La democracia en Venezuela ha estado bajo asedio durante demasiado tiempo, y las recientes elecciones han llevado esta crisis a un punto crítico. La comunidad internacional debe apoyar al pueblo de Venezuela, reconocer la victoria de González como un reflejo de su verdadera voluntad, y hacer todo lo posible para promover una transición pacífica y democrática.
Francis Fukuyama, Larry Diamond, Steven Levitsky y centenares de firmas más.