lunes, 1 de diciembre de 2025

Lecturas extemporáneas

Cuando uno decide contener el tráfago del mundo, hasta donde le es posible, casi toda lectura que se aborda resulta extemporánea. Entonces  abrimos los libros por el consuelo de los clásicos, la caída en el sedimento que produce la cultura coetánea, los hallazgos de la curiosidad (muchas veces en la biblioteca personal), por los mandamientos de la hospitalidad o cualquier otra vía.

Retomo uno de mis ritos anuales durante mi periodo como columnista de prensa: el de elogiar unas lecturas que, por cualquiera de las razones mencionadas u otras más, logran escapar al falso afán por vivir en la actualidad.

Llegué a Andrea Cote por recomendación de un periódico español (sin ser desconocida en Colombia, la poeta barranqueña moja poca prensa criolla). No es columnista, no desfila por la pasarela cultural del país, vive en Estados Unidos. Fervor de tierra (Tusquets, 2024) reúne cuatro poemarios publicados en las dos décadas precedentes. En un país donde las lágrimas han abundado, Cote recuerda la ambigüedad de las mismas:

y él lloró inconsolable sobre ti.
Recuerda:
lloraba en ti, no por ti.

El cuarto secreto, es una novela de Claudia Ivonne Giraldo publicada en 2008 (Hombre Nuevo Editores), con dos ediciones más por fortuna, que necesita -creería- una cuarta. Sobria, sutil, la historia y la prosa de Claudia Ivonne logran elaborar una novela femenina que da cuenta de los dramas cotidianos de mujeres adultas de clase media urbana, lejos de los lugares comunes de la literatura bienpensada, en general, y de la literatura colombiana, en particular. Gracias Puerto de la Imaginación.


Hannah Arendt, de quien se conmemoran 50 años de su muerte, me invitó a conocer a su maestro. Tres décadas después de que yo acometiera con poca fecundidad Ser y tiempo Rüdiger Safranski saltó desde una de mis estanterías después de una relectura de La condición humana y tuve que abandonar mi plan de lectura. Heidegger: un maestro de Alemania (Tusquets, 1997) es una referencia obligada para quien quiera saber algo, no solo del célebre filósofo alemán, sino de la filosofía europea del siglo XX.

Juan Luis Mejía me habló de Jaguar (Universidad Nacional, 1985). El autor George (o Georg o Jorge) Dahl (1905-1979) fue, en su orden, primero escritor y luego científico, pasó 20 años discontinuos en Colombia como investigador, de donde se despidió con una memoria que desgraciadamente no cuenta hasta ahora con edición en español. Traducida por Germás Galvis Vergara (la primera edición sueca es de 1939), es una obra sublime, por su historia y su poética.

En el proceso de diseño de la novena versión de Narrativas Pueblerinas (Jardín, 2025), Ricardo Aricapa me sugirió incluir una conferencia sobre Historias del viento en la cordillera, un conjunto de relatos, crónicas y retratos de la vida en Riosucio, Caldas, hacia mediados del siglo pasado. Escrito por Ariel Escobar Llanos (1925-2004), el libro exhibe un lenguaje poderoso, crudo y poético, nutrido de la riqueza vital y del sincretismo propio de nuestros pueblos. Según mi ejemplar, la primera edición es de 1970.

martes, 4 de noviembre de 2025

El fascismo eterno

Bajo este título pronunció Umberto Eco (1932-2016) una conferencia en la Universidad de Columbia en 1995, 25 de abril para ser exactos. Él explica el contexto de la misma: la conmemoración de la insurrección italiana a finales de la Segunda Guerra Mundial y su intención de "promover una reflexión sobre problemas de actualidad en diferentes países".

No se trataba de una obviedad. En ese tiempo la preocupación intelectual sobre el fascismo estaba apenas en ciernes, como se deduce de esta gráfica. Cuando Eco estaba llegando a Estados Unidos ocurrieron los atentados terroristas en Oklahoma y al público se le ofrecía una ocasión impresionista para acercarse al tema, pero la disertación buceaba en tendencias políticas y culturales más profundas y duraderas. (En sus palabras, los "hábitos culturales", la "nebulosa de instintos oscuros" y las "pulsiones insondables".) Una persona como él no comete ligerezas cuando usa el adjetivo "eterno", replicado en las traducciones al inglés y al español.

Eco se ve obligado a dedicar la primera parte de su conferencia a realizar una distinción entre nazismo y fascismo que no es obvia ni siquiera para los estudiosos sociales, pero que está bien definida en el pensamiento europeo. Allí están Hannah Arendt o Norberto Bobbio o Raymond Aron para entender las distancias que separan al totalitarismo -nazi o soviético- del fascismo italiano y sus émulos.

El aspecto novedoso de su texto, a mi manera de ver, está en la segunda parte. En ella se dedica a proponer una serie de características que permitirían identificar el fascismo, catorce en total. Lo hace consciente de la confusión -incluso, arbitrariedad- común en el uso y la explicación del término. Puesto que "se puede jugar al fascismo de muchas maneras y el nombre del juego no cambia", Eco apela a la tesis de Ludwig Wittgenstein (1889-1951) sobre los parecidos de familia. Por tanto, sus catorce características típicas "no pueden quedar encuadradas en un sistema; muchas se contradicen mutuamente, y son típicas de otras formas de despotismo o fanatismo, pero [aquí es donde el juego de lenguaje wittgensteiniano entra en acción] basta que una de ellas esté presente para hacer coagular una nebulosa fascista".

(Habría que advertir aquí que el uso de los parecidos de familia para la aclaración de un concepto valorativo -como de suyo son los conceptos políticos- es "esencialmente polémico", como lo señaló el filósofo británico Walter Bryce Gallie en un artículo de 1955.)

La conferencia de Columbia fue reunida con otros textos sobre la guerra, la migración, la prensa y la religión en un volumen que apareció en español en 1998 (Barcelona, Lumen) bajo el título Cinco escritos morales. Umberto Eco explica el sentido del título: son textos que "atañen a lo que estaría bien hacer, a lo que no se debería hacer, o a lo que no se puede hacer a ningún precio".

El caprichoso ambiente político colombiano parece indicar que una conversación sobre el fascismo, una reflexión sobre la conferencia del filósofo italiano, debería estar al orden del día. Para tener alguna orientación acerca de aquello que no se puede hacer a ningún precio. Digo yo.



viernes, 24 de octubre de 2025

Bruce: el largo adiós

Hace diez años, en 2016, Bruce Springsteen publicó sus memorias bajo el título previsible Born tu run. El libro sorprendió por el celo que el artista mantuvo siempre sobre su vida privada. Hasta entonces, solo algunas letras de canciones permitían atisbar anécdotas familiares y desventuras que sobrepasaban la pura imaginación poética.

A fines de 2017, y durante todo el año siguiente, presentó -cinco días a la semana- una obra confesional y musical que encarnaba aquellas memorias entre historias y canciones. Springsteen on Broadway se llamó y queda registo cinematográfico de una presentación prototípica (al parecer hubo pequeños cambios eventuales en el guion a lo largo del año).

En 2020 apareció el álbum Letter to you, quizás su mejor obra de la segunda década del siglo.Una  reflexión sobre la muerte compuesta a sus 70 años de edad y en medio del deceso de varios amigos y de la totalidad de los integrantes de una de sus primeras bandas aficionadas. Patéticamente, uno de los temas se titula "Last man standing".

2024 vio el lanzamiento del documental Road diary: Bruce Springsteen & the E Street Band, dirigido por Thom Zimny, su cineasta de cabecera para conciertos y documentales sobre la realización de algunos discos ("making of"). Road diary puede ser visto como la memoria profesional de la banda, la intimidad de las grabaciones y la preparación de los conciertos.

El documental pareció un premio de consolación para quienes estaban esperando una edición de aniversario de Born in the USA que cumplía 40 años de haberse lanzado. La resignación empezó a darle lugar a la expectativa porque se venía el 2025 y, con él, la probabilidad de que llegara una extraordinaria edición del Born to run, que cumple sus bodas de oro. 

En su lugar aparecieron Tracks II: The lost albums y Nebraska' 82: Expanded edition. La primera una caja brutalista con siete discos, dos ellos considerados por Bruce "body work", una colección de canciones agrupadas en otro y los cuatro restantes, auténticos álbumes que siguen el patrón de obras conceptuales, íntegras, que estableció Springsteen desde 1972; entre estos últimos, dos magníficos (hasta donde voy compenetrándome con ellos). La segunda, otra caja que reproduce la carátula del álbum original, con cuatro discos de audio y uno de video (¿llegaré a esta?).

En paralelo, Bruce aceptó la realización de la versión cinematográfica de un libro publicado en 2024 sobre algunos de los años oscuros que precedieron a su conversión en figura de la farándula global a mediados de la década de 1980. Con el estreno de Deliver me from nowhere terminará este año. En cierto modo son diez años de apertura, discreta y parcial, del artista a su público y al mundo; un desocultamiento pausado y medido, mediante acordes, imágenes, párrafos, actuaciones. 

No sabemos -quizás tampoco él- si también es un largo adiós. Así se llama una de las canciones de Human touch (1992):

Mi alma se fue caminando, pero yo me quedé aquí