miércoles, 15 de abril de 2009

Colcha de retazos II

El colega Oscar González ha leído la colcha de retazos en clave de eclecticismo. Se trata de combinar y mezclar ideas con más intenciones de eficacia que de construir sistemas muy elaborados y bien compuestos. No gozó de buena fama el eclecticismo en filosofía ni tampoco aquellos que son considerados sus representantes: Antiseri y Reale expulsaron a Cicerón de su Historia del pensamiento filosófico y científico, nadie lee a Orígenes (salvo Enrique Serrano) ni a Antíoco de Ascalón.

En los aprendizajes del catecismo marxista, como debía suceder en todos los catecismos, la palabra eclecticismo era condenatoria. Señal de impureza, mestizaje de ideas, hibridación de ideas incompatibles. Todas las ortodoxias condenaron a la colcha de retazos y la convirtieron en imagen de lo mal hecho, por manos toscas y con materiales innobles.

González se acordó de Goethe: “Pero ecléctico lo es todo aquel que de aquello que lo rodea, de aquello que en torno suyo sucede, asimilase lo que a su naturaleza conviene; y en este sentido puede apellidarse ecléctico cuanto llamamos educación y progreso, ya en teoría, ya en la práctica”*. Pero Goethe no pudo cambiar la historia, menos aún como personaje excéntrico en medio de tantas luces.

*“Miscelánea –Máximas y reflexiones- Del Archivo de Macaria”.
Johann. W. Goethe. Obras completas. Tomo I. Madrid. Aguilar de Ediciones. 1950. Pág. 357.
Recopilación, traducción, Estudio preliminar, Prólogos y Notas de Rafael Cansinos Assens.

1 comentario:

ratatracapampam dijo...

He primo, me siento obligado a participar de tus "colchas de ratzos".
Resulta que aquí a esa "técnica" (con toda su implicación filosófica) se le llama "patchwork", y dan clases de patchwork en las escuelas para adultos y se les "enseña" a las señoras ricachonas falleras de Valencia y otros reinos.
Es cuestión de esperar un tiempo y cambiarle la combinación a los valores para que estas cosas, en un principio peyorativas como bien dices, se conviertan en lo más snob del mundo.
Con que no les dé por poner de moda el "corte de franela"...
Adeu