martes, 20 de enero de 2009

Choque de mentalidades

El filósofo estadounidense Richard Bernstein ha introducido dos matices importantes en el análisis de Samuel Huntington. El primero, epistemológico, retorna a la parsimonia que critica el autor de “El choque de las civilizaciones”. El segundo, conceptual, sugiere el uso del término “mentalidades”.

Bernstein define la mentalidad como una “concepción o forma de pensar” que condiciona la manera de actuar*. Así, la “guerra contra el terror” de Bush sería un “choque de mentalidades” en el que se enfrentan dos oponentes paralelos, que tienen certezas morales absolutas y menosprecian la posibilidad de comprender o establecer compromisos con el contrario. El choque de mentalidades excluye a los sectores de todas las civilizaciones o Estados, o cualquier otro tipo de unidad, que tienen posiciones autocríticas, pragmáticas y menos dogmáticas.

Según Bernstein, el problema no está en las diferencias constitutivas de las civilizaciones, las culturas o los proyectos políticos sino en cuál es el tipo de mentalidad que se impone entre los líderes y las minorías activas de cada una de ellas. Si esos líderes y esas minorías adoptan el “anhelo de absolutos” o el “falibilismo pragmático”. Buena parte de la convivencia se jugaría entonces al interior de estas unidades.

El rechazo de Huntington a la parsimonia** no le impediría, a mi modo de ver, aceptar la conclusión de Bernstein. Al fin y al cabo, aquel propuso una “norma de abstención”, para que cada civilización respetara los asuntos propios de las demás, y una “norma de mediación conjunta”, para propiciar el acuerdo entre civilizaciones.

* Bernstein, R. J. 2006. El abuso del mal: la corrupción de la política y la religión desde el 11/9, Buenos Aires, Katz. Trad. Alejandra Vasallo y Verónica Inés Weinstabl.
** Uso parsimonia en su acepción más general de “principio de simplicidad”. De Luna, E. 1996. “Epistemología de la investigación taxonómica: inferencias filogenéticas y su evaluación”, Boletín de la Sociedad Botánica de México, 58: 43-53.

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